"Decir que un individuo o un grupo es de medio pelo implica señalar una posición equívoca en la sociedad ; la posición forzada de quien trata de aparentar un status superior al que en realidad posee. Con lo dicho está claro que la expresión tiene un valor históricamente variable según la composición de la sociedad donde se aplica"
Arturo Jauretche



jueves, 28 de octubre de 2010

NESTOR SIEMPRE

Hoy, querido compañero, ante la decisión política mas difícil que has tomado, no tengo mas que dolor, tu espíritu revolucionario ha sido tan conmovedor, como lo es ahora tu ausencia.
Soy tu soldado compañero.
Recuerdo tu mano en alto agitándose divertida, indicando que siempre es para adelante. Recuerdo ese gesto juvenil del que algunos se burlaban. Los mismos que se reían de tu ojo enfermo, pero que envidiaban hondamente tu visión. Ese gesto cómplice cumpa, el que hacías con la mano desparramando el aire.
Era cierto nomás, tenías un problema con el corazón, era enorme.
Dejame flaco, voy a llorar todo el día, y mañana, como buen militante, trastocaré el dolor en bronca y saldré a la calle con tu nombre como bandera, como cada campaña, como siempre, como cada vez que levanté las banderas del peronismo y en esas banderas levantaba también tu nombre.
Sos de Perón, porque elegiste la revolución peronista, la que apuesta al tiempo y no a la sangre.
Sos de Perón porque fuiste amor y el peronismo es la doctrina del amor.
Sos de Perón, porque diste la vida por el peronismo.
Dejame cumpa darte una tranquilidad, la vida no la voy a dar por vos. Voy a gritar para que vos descanses en paz: “la vida por Cristina”. El movimiento va a cuidar a tu amor de toda la vida.
Los escucho flaco, y algunos te aman por lo que hiciste y otros te odian también por lo que hiciste.
Yo te amé y amo. Te amé y amo sin pudor. Como amo la causa, nuestra causa. 
Y me pegué tu nombre en el pecho, y salí a gritar por vos, por las calles gorilas de Mar del Plata. En campaña y fuera de ella. No digas nada flaco, lo digo yo: “ha muerto un revolucionario, no la revolución”.
No digas nada flaco, lo voy a decir todo, lo voy a hacer todo, porque nuestro pueblo todo lo merece, porque Evita vive, porque Perón siempre vuelve, y porque vos Néstor vas a vivir en nuestros corazones, siempre.

Juan Manuel Rapacioli
Militante



sábado, 16 de octubre de 2010

Del veto responsable al voto responsable...

Un mito

 Por Alfredo Zaiat -Página 12 
El 82 por ciento móvil para las jubilaciones se convirtió en una cifra mágica. Los representantes de la oposición sólo unidos por la misma pasión argumentan que “el dinero está” para poder pagarlo. Los miembros del oficialismo replican que no existen fondos suficientes y que su cumplimiento derivaría en la quiebra del sistema. De todos modos, ambos coinciden en que se trataría de una medida justa para los jubilados. Ante ese consenso, no resulta popular ni políticamente correcto considerar que ese 82 por ciento es un mito, que hoy no es sostenible en el tiempo y que reproduce la desigualdad de ingresos en la etapa pasiva. Si en lugar de buscar un mezquino rédito político electoral, la energía volcada en un proyecto de ley con destino de veto se hubiera canalizado a impulsar un alza de la mínima, el resultado habría sido una mejora concreta para la mayoría de los jubilados. Desde esa nueva base, con los dos ajustes anuales en forma automática por el índice de movilidad previsional, se hubiera avanzado hacia una más elevada “tasa de sustitución” (el monto de los haberes en relación al salario), que incluso podría superar ese mágico 82 por ciento. En el debate legislativo no existieron precisiones de la obsesión por esa cifra, puesto que también podría haberse definido en 90 o en el 100 por ciento. Sin respaldo técnico y sin consulta a especialistas, se aprobó una ley con discursos de escasa rigurosidad en aspectos previsionales básicos que no dejan de sorprender sobre la calidad del legislador.
El porcentaje del 82 por ciento se originó en una ley de 1958 y tuvo plena vigencia pocos años, en una historia previsional de más de cien. En un reciente documento del Instituto de Estudios Fiscales y Económicos se explica que la ley del 82 por ciento comenzó a ser deficitaria desde ese mismo año. “Una de las principales causas fue la colocación de fondos en títulos públicos a tasas de entre 4 y 6 por ciento, mientras que la inflación superaba el doble de esa cifra para el período 1958-1967.” En ese último año se cambió el régimen al establecer prestaciones máximas y mínimas, eliminando el 82 por ciento, fijando el haber en “el 70 por ciento del promedio de las remuneraciones de los tres mejores años computados en un período de 10 años”, indican los economistas del Iefe.
En otro informe, Una oportunidad para discutir una reforma previsional, elaborado por Luciano Cohan, Luciana Díaz Frers y Eduardo Levy Yeyati, del Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento (Cippec), se explica que esa tasa de sustitución se definió “cuando el sistema de seguridad social era genuinamente contributivo y de reparto y disfrutaba de condiciones excepcionalmente favorables: los jubilados eran pocos, los empleados formales, muchos, y las cuentas provisionales, superavitarias”. Hoy el escenario laboral y previsional es bastante distinto. Por eso mismo señalan en forma provocativa, sin temor a caer antipáticos, que “una reforma previsional debería al menos cuestionar esta mítica cifra”. Al respecto, los expertos del Iefe indican que “dadas las condiciones demográficas actuales y el nivel de los aportes previsionales, para que un jubilado tenga un ingreso del 82 por ciento del salario equivalente al de su profesión durante su vida activa, la relación aportante/beneficiario debería ser de aproximadamente 3 a 1”. Hoy esa relación es la mitad.
Otro grupo de investigadores del Conicet, integrado por Julio Neffa, Demián Panigo, Emmanuel Agis y Nicolás Dvoskin, elaboró también un documento sobre los efectos de la ley aprobada en el Congreso, que incluye el 82 por ciento móvil y ajustes dispuestos por fallos de la Corte Suprema. Las conclusiones que se derivan de la evaluación de esa norma son contundentes, justificando el veto presidencial:
1. Hubiera aumentado la desigualdad en un 15 por ciento y reproducido la brecha del sector activo en el pasivo.
2. La jubilación mínima hubiese subido 37 por ciento, mientras que la media y alta, entre un 80 y un 1000 por ciento.
3. Entre 20 y 40 mil millones de pesos se hubiesen destinado a los sectores de ingresos medios y altos, no a los más vulnerables.
4. Hubiera regresado la inequidad de género, reparada en el último año por la incorporación de las amas de casa al sistema previsional.
5. Se obligaba a la Anses a desinvertir sus activos de manera anticipada y forzosa en sólo treinta días, generando una pérdida millonaria al Estado.
Esos expertos resumen que la ley “lo que buscaba es incrementar las jubilaciones medias y máximas. No tanto subir la mínima y, mucho menos, aumentar la tasa de cobertura previsional”. La ley del 82 por ciento aprobada por la oposición en Diputados y Senadores es regresiva, desandando el proceso de equidad de ingresos entre jubilados. Con la moratoria que incorporó al régimen jubilatorio a 2,4 millones de personas y con los 18 aumentos de la mínima desde 2003, el país alcanzó niveles de igualdad nunca antes registrados entre las mujeres mayores de 60 y los hombres mayores de 65, que son los grupos etarios en condición de jubilarse. “Así el sistema argentino es el más igualitario de América latina y generó que entre los ancianos haya menos desigualdad que entre los adultos”, apuntan esos economistas.
Otro de los mitos instalados en el debate público se refiere a “la plata de los jubilados” que la Anses tiene para hacer frente al 82 por ciento móvil y a los ajustes dispuestos por la Corte Suprema. Los investigadores del Cippec aclaran que el sistema de seguridad social “tiene fuentes de financiamiento en base a impuestos y aportes y destinos que exceden al universo de contribuyentes”. El pilar contributivo de los ingresos de la Anses contabilizó un déficit de 18 mil millones de pesos el año pasado. Esa diferencia fue cubierta por ingresos tributarios, que incluyen 20 por ciento del Impuesto a las Ganancias, 11 por ciento del IVA y 15 por ciento de todos los impuestos que se coparticipan con las provincias. Esa masa de recursos suma el 42 por ciento de los ingresos de la Anses.
Cohan, Díaz Frers y Levy Yeyati precisan que el gasto previsional insume el 32 por ciento del Presupuesto nacional y mencionan un aspecto casi ignorado en el debate político: la actual y futura estructura laboral y poblacional. Con el envejecimiento paulatino de la población, la cantidad de jubilados y el gasto previsional seguirá aumentando. “Sólo un incremento del empleo y los salarios y una reducción en la informalidad podrían atemperar provisoriamente esta tendencia inexorable”, señalan. Para agregar que “el notorio envejecimiento de la población fue acompañado en el tiempo por una extensión de los derechos previsionales que amplió la base de beneficiarios mientras los cambios en el mercado laboral (creciente desempleo, nuevas formas de contratación sin aportes, aumento del empleo informal y de la evasión, alta rotación laboral) redujeron, en términos relativos, la base de aportantes”. Así se llega, a fines de 2009, a una situación en la cual 4,8 millones de beneficiarios de jubilaciones y pensiones reciben un haber promedio de 1067 pesos, financiado con el aporte de 8,2 millones de trabajadores, es decir, 1,7 aportantes por beneficiario. Ese cociente cae a 1,4 si se suman los más de 900.000 beneficiarios de pensiones no contributivas.
Los investigadores del Conicet agregan que el sistema previsional, además de jubilaciones y pensiones, atiende la seguridad social en su conjunto. “Esto refiere al mito instalado por la oposición y cierto sector de los multimedios donde se habla de ‘la plata de los jubilados’ y con ese argumento le exigen a la Anses la erogación de los fondos para solventar el 82 por ciento. Pero resulta que esa plata se utiliza para pagar jubilaciones y pensiones, pero también seguros por desempleo y asignaciones familiares.”
La ley del 82 por ciento que brindó el escenario para una nueva irrupción del vicepresidente en ejercicio de la oposición invita, en última instancia, a pensar en una reforma previsional que equilibre las demandas sociales con la obligación del Estado de no asumir compromisos incumplibles. Esto implica continuar en el sendero de mejorar las condiciones materiales de los jubilados que cobran la mínima admitiendo que el 82 por ciento, bandera de resistencia cuando se arrollaban derechos de los jubilados, es una cifra mito. El desafío que se plantea entonces sería mantener la tendencia de ampliación de la cobertura universal teniendo en cuenta la aún elevada informalidad laboral y continuar con la política de subir los haberes básicos garantizando la sustentabilidad del sistema previsional en el tiempo.
azaiat@pagina12.com.ar

miércoles, 13 de octubre de 2010

¿QUÉ ES EL 82% MÓVIL?


El pasado y el futuro son las amenazas del Sistema Previsional Argentino



En el actual debate público para elevar las jubilaciones al 82% móvil es necesario repasar la historia, afirmar un presente de solidez y pensar responsablemente el futuro.





El pasado: Un colapso

Venimos de un pasado construido por una errática historia de decisiones macroeconómicas que hicieran colapsar el sistema previsional.

1958:

Con gran cantidad de aportantes y pocos beneficiarios, Frondizi introduce por ley el 82% móvil.

1962:

Se registra el primer déficit del Sistema Previsional que imposibilitaba cumplir con el 82% móvil.

1967:

Con incumplimientos y un aluvión de juicios, Onganía declara la inembargabilidad de los bienes de las Cajas Jubilatorias.

Aumenta las contribuciones y la edad jubilatoria y limita el 82% móvil para los superaran los 30 años de servicios.

1973-1983:

Se fijó el haber ordinario en el 70% del cargo ocupado al cese de actividad, se incorporó un millón de nuevos jubilados y se eliminaron las Contribuciones Patronales.

1984:

Alfonsín reinstaura las Contribuciones Patronales. Se acentúa la crisis de financiamiento. La relación activo pasivo era de 1,9 aportante por cada jubilado.

1986:

Alfonsín decreta el Estado de Emergencia del Sistema Previsional. Disminuye los haberes, suspende la ejecución de sentencias e incrementa los aportes patronales.

Las deudas del Estado serán canceladas años después por los Bonos Previsionales del Gobierno de Carlos Menem que, en gran parte, contribuyó a un significativo aumento de la deuda externa.

1994:

Menem instaura el sistema mixto, de AFJP y Reparto. Se aumenta la edad de retiro, aumentan las restricciones para acceder al beneficio. Se eleva así el número de excluidos del sistema.

La tasa de cobertura llega a menos del 50%.

2001:

De la Rua establece la quita del 13% en las Jubilaciones y los haberes de los empleados públicos para cumplir con la “Ley de Déficit Cero” solicitada por los organismos de crédito internacional.

La solidez.

Actualmente, el Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA) es un sistema solidario de reparto, con igualdad de cobertura y tratamiento para todas las jubiladas y jubilados del país.

Se compone en un 56% por los ingresos de los trabajadores activos y en un 44% por los impuestos que pagan todos los argentinos, entre ellos el IVA.

Estos fondos, administrados por la ANSES, son el reaseguro y el ahorro de todos los trabajadores activos y jubilados, incluso de aquellos que todavía se encuentran –o se encontraron– excluidos de los derechos laborales, por medio del pago de impuestos como el IVA.

El país está haciendo grandes esfuerzos por recomponer el monto de las jubilaciones.

Todo lo que se haga siempre será insuficiente. Pero hay que seguir avanzando.

Hubo 18 aumentos otorgados desde el 2003, luego de una década de jubilaciones congeladas.

Hay que continuar con el Plan de Inclusión Previsional que posibilitó la incorporación de más de 2.500.000 jubilados excluidos por el viejo sistema.

Hoy Argentina tiene la tasa de cobertura previsional más amplia de América Latina.

Queremos seguir avanzando en el cumplimiento de la Ley de Movilidad Jubilatoria por la que se establecen dos aumentos obligatorios por año a todos los jubilados.

Esta ley –rechazada en su momento por varios sectores- plantea una fórmula de cálculo para la actualización de haberes que considera la evolución económica como variable central. En lo que va del año 2010, permitió aumentar las jubilaciones en un 26,49%, siendo este aumento mayor que los cálculos alternativos propuestos.

Desde el 2003, el sistema de seguridad previsional incrementó sus ingresos por el fuerte crecimiento del empleo registrado posibilitando que la jubilación mínima de $150 pesos - mantenida en Argentina durante 10 años-, pase a $ 1.046 pesos, es decir, un incremento del 597,8 %.


Publicado por Natalia Müller Roth

sábado, 9 de octubre de 2010

“En una revolución se triunfa o se muere, si es verdadera.”


...Hoy ha caído en esa lucha, como un héroe, la figura joven mas extraordinaria que ha dado la revolución en Latinoamérica: ha muerto el Comandante Ernesto Che Guevara. Su muerte me desgarra el alma porque era uno de los nuestros, quizás el mejor: un ejemplo de conducta, desprendimiento, espíritu de sacrificio, renunciamiento. La profunda convicción en la justicia de la causa que abrazo, le dio la fuerza, el valor, el coraje que hoy lo eleva a la categoría de héroe y mártir.
...Su vida, su epopeya, es el ejemplo más puro en que se deben mirar nuestros jóvenes, los jóvenes de toda América Latina.
...La hora de los pueblos ha llegado y las revoluciones nacionales en Latinoamérica son un hecho irreversible. El actual equilibrio será roto porque es infantil pensar que se pueden superar sin revolución las resistencias de las oligarquías y de los monopolios inversionistas del imperialismo.
...La lucha será dura, pero el triunfo definitivo será de los pueblos. Ellos tendrán la fuerza material circunstancialmente superior a la nuestra; pero nosotros contamos con la extraordinaria fuerza moral que nos da la convicción en la justicia de la causa que abrazamos y la razón histórica que nos asiste.
El Peronismo, consecuente con su tradición y con su lucha, como Movimiento Nacional, Popular y Revolucionario, rinde su homenaje emocionado al idealista, al revolucionario, al Comandante Ernesto Che Guevara, guerrillero argentino muerto en acción empuñando las armas en pos del triunfo de las revoluciones nacionales en Latinoamérica.

Fragmentos del mensaje del Gral. Juan Domingo Perón, por la muerte de Ernesto CHE Guevara.
24 de octubre de 1967

¿Palabra de Dios?

Un obispo dijo que algunos chicos "provocan" el abuso

"Son menores y están perfectamente de acuerdo y, además, deseándolo", señaló un sacerdote español. "Puede haber menores que sí lo consientan y, de hecho, los hay", agregó. Otro clérigo intentó explicar los dichos y dijo que la homesexualidad "perjudica a las personas y a la sociedad".

El obispo Álvarez justificó el abuso sexual.
"Puede haber menores que sí lo consientan y, de hecho, los hay. Hay adolescentes de 13 años que son menores y están perfectamente de acuerdo y, además, deseándolo. Incluso si te descuidas te provocan. Esto de la sexualidad es algo más complejo de lo que parece", apuntó sobre el abuso de menores el obispo de la isla española de Tenerife Bernardo Álvarez. 

Tras las declaraciones publicadas por el diario español La Opinión, otro clérigo, el vicario general del obispado, Antonio Pérez, intentó explicar estas declaraciones en nombre de Álvarez: "El obispo en sus palabras no pretende justificar ni comprender un fenómeno absolutamente rechazable como es el abuso de menores". 

Sobre la homosexualidad, Álvarez señala que "perjudica a las personas y a la sociedad" y afirma, asimilándola a las agresiones sexuales, que "la persona practica la homosexualidad como puede practicar el abuso de menores". 

Diferentes diócesis de la Iglesia católica, especialmente en Estados Unidos (Boston y Los Ángeles) e Irlanda (Dublín) se han visto implicadas en escándalos de pederastia destapados y reconocidos en los últimos años. En Argentin el caso más emblemático de los últimos tiempos es el del Padre Julio César Grassi que fue condenado por la justicia de la localidad Morón. 

Por otra parte, el máximo responsable de la Iglesia católica en Tenerife afirma que si en Canarias se registra el récord nacional de divorcios se debe a falta de madurez.



jueves, 7 de octubre de 2010

Abuelas de Plaza de Mayo

Quizás la única lucha justa sea aquella que ubica su origen en la ternura. Quizás la única cruzada verdadera sea la de la esperanza. La única valentía real sea, acaso, la del corazón.
Abuelas de Plaza de Mayo no es, apenas, una organización comprometida con la defensa de los Derechos Humanos. Ni es, tampoco, un emergente social creado por la necesidad y la urgencia de recuperar a las víctimas sobrevivientes del genocidio desatado sobre el pueblo argentino con la dictadura de 1976: los chicos. Los nietos secuestrados.
Es decir, Abuelas es todo eso, por cierto. Pero mucho más, también.
Abuelas de Plaza de Mayo es esa parte de nuestro espíritu que jamás se rinde, que jamás se entrega. Es esa voz inquieta que nos urge a perseguir justicia. Es esa necesidad humana de rescatar a quien se ama, de buscar a quien está perdido, de cuidar de quien necesita auxilio.
No hay, quizás, amor más grande que aquél que reniega de la propia vida en pos de la vida del otro. Las Abuelas han consagrado el resto de sus vidas a rescatar a esos chicos perdidos, robados. Y esta consagración de una vida entera a una causa es quizás, el más eterno acto de valor, de coraje. Porque sólo es valiente quien sabe que no tendrá jamás descanso, hasta que el último de esos nietos sepa la verdad de sus orígenes y sus secuestradores enfrenten a la justicia. Porque a las viejas queridas, hermosas, incansables, no les basta con recuperar a los frutos de su propia sangre. Ese justificado individualismo que provoca el amor a la propia sangre ha sido superado por la alegría colectiva de salvarlos, de recuperarlos, de abrazarlos a todos. De decirles esa verdad que les fuera ocultada durante más de tres décadas.
Estas mujeres extraordinarias, han sido propuestas para recibir el Premio Nobel de la Paz. No se me ocurre nadie en este mundo que merezca ese reconocimiento más que ellas. Nadie más que estas luchadoras temibles que, sin embargo, jamás levantaron un puño en venganza ni gritaron pidiendo muerte. Al contrario, son temibles para los criminales que han perpetrado estos crímenes, justamente por su amor, por su esperanza, por su irrenunciable persistencia.
Será justicia que Abuelas de Plaza de Mayo reciba el Premio Nobel de la Paz. Ni falta hace justificar el por qué apoyamos la postulación. Nadie puede ignorar lo que significan estas mujeres amorosas y tenaces ni lo que significa su lucha. Sí, en cambio, debieran explicar con claridad quienes no las apoyan. Deberán decirnos en qué oscuro interés basan semejante desnaturalización del espíritu.
Las Abuelas, con Estela de Carlotto a la cabeza, son las abuelas nuestras. De todos nosotros. Con el mismo amor, el mismo cuidado y la misma alegría. Porque no son, a no confundirse, figuras trágicas, ni fantasmas de un pasado oscuro y desgarrado. Son, por el contrario, portadoras de un cariño tal que sólo puede expresarse con alegría, con abrazos, con sonrisas. Son nuestras, porque en ése ida y vuelta intenso que es el amor, las cuidamos y las protegemos como ellas lo hacen con nosotros. Como se hace en una familia.
Porque al fin somos eso: una familia que busca a sus hijos, nietos, hermanos. Y gracias a las Abuelas, jamás dejaremos de buscar, jamás dejaremos de esperar. Porque ellas, con su ejemplo, nos enseñaron esta manera perfecta del amor. El que jamás abandona, el que es leal, el que aguanta. El que espera siempre y jamás pierde la esperanza.
Y ese es el mensaje de estas viejas queridísimas para todos los pibes que todavía están en la oscuridad: siempre, pase lo que pase, hagan lo que hagan y sientan como sientan. Sin importar los engaños, las mentiras o el dolor; siempre tendrán en ellas, un sitio seguro al cuál regresar.


Mario Paulela
Movimiento Peronista Bloguero